Diego Armando Maradona nació en 1960 en Lanús. A los nueve años se probó en las divisiones inferiores de Argentinos Juniors, “Los Cebollitas”. A los 16, ya con fama de talentoso en las ligas infantiles, debutó en la primera división. Un mes más tarde anotó su primer gol con la camiseta de Argentinos. En 1978 debutó en la selección argentina, pero no fue nominado para el Mundial adulto de ese año.
El astro del fútbol Diego Maradona falleció el 25 de noviembre del 2020, a sus 60 años de edad. En sus últimos días de vida, el “10” había sufrido problemas de salud y estuvo a principios de este mes diez días internado en una clínica de Buenos Aires por anemia, deshidratación y con un “bajón anímico”, pero al hacerle chequeos se le diagnosticó un hematoma subdural por el que fue operado.
El paso por Boca y el salto a Europa
En 1979, Argentina gana el Mundial Juvenil con Maradona en la cancha. Dos años más tarde, y pese a tener varias ofertas, el deportista prefiere irse al club de sus amores, Boca Juniors, donde disputa 40 partidos. Apenas un año después emprende su aventura europea, cuya primera estación fue Barcelona, donde el infortunio lo persiguió: enfermó de hepatitis y fue lesionado gravemente.
El arribo a Napoli
Pese a la mala suerte, las cifras hablan de un paso esplendoroso por Barcelona: anotó 38 goles en 58 partidos. Pero es en 1984 cuando comienza la etapa más gloriosa de la carrera del argentino, cuando firma contrato con Napoli. Vistiendo esa casaquilla, Maradona ganó dos scudettos, una Supercopa y una copa de la UEFA. En el empobrecido sur de Italia su figura es admirada hasta hoy.
La mano de Dios
En el Mundial de México 1986, Maradona fue la figura excluyente. El 22 de junio dejó su impronta la historia del deporte con un momento oscuro, la llamada “Mano de Dios”, y con uno brillante, cuando elude a media selección de Inglaterra y marca el gol más hermoso que se ha visto en un campeonato mundial. “Barrilete cósmico”, lo apodó un locutor radial. Maradona estaba en su mejor momento.
Campeón del mundo
Maradona no se contentó con derrotar a los ingleses, una especie de venganza deportiva tras la Guerra de las Malvinas. Luego vino un triunfo sobre Bélgica por 2-0 (ambos tantos del 10 argentino) y, en la final, un triunfo por 3-2 ante Alemania Federal. Argentina alzaba la copa por segunda vez en 8 años, y la figura de Maradona se convertía en leyenda.
Triste adiós
En 1990, Argentina perdió la final del Mundial de Italia ante Alemania Federal, otra vez con Maradona jugando a altísimo nivel. El Pelusa volvió a disputar un campeonato del mundo en Estados Unidos 1994. El 25 de junio de 1994, tras el triunfo 2-1 ante Nigeria, Maradona da positivo por efedrina en un test antidoping. El deportista acusó que le estaban “cortando las piernas”.
El encuentro de dos portentos
Maradona volvió al fútbol tras superar el castigo que le impuso la FIFA. Se retiró de las canchas en 1997, con la casaquilla de Boca. En 2001 se realizó su despedida, a estadio lleno. Allí pronunció su célebre frase “la pelota no se mancha”. Tras tener serios problemas con la droga, que lo tuvieron al borde de la muerte, se recuperó y en 2010 dirigió a Lionel Messi en el Mundial de Sudáfrica.
Dos de los grandes
Maradona tuvo una relación de dulce y agraz con otro grande, Pelé. Enfrentados por distintos asuntos, dos de los ídolos del fútbol sudamericano han limado asperezas con el paso de los años. En la imagen, comparten durante una actividad en París en 2016. En el Mundial de Rusia volvieron a encontrarse. Con motivo de su cumpleaños número 60, Pelé le dijo a Diego “siempre te apoyaré”.
Años de viajes
Tras su paso por la banca de la selección, Maradona hizo una irregular campaña como técnico. Dirigió en Emiratos Árabes Unidos, tuvo un programa de TV en Telesur, fue presentado como presidente de un club bielorruso en una extravagante ceremonia y, pocos meses después, se puso al frente de la dirección técnica de Dorados de Sinaloa, en México. En octubre de 2020 dirigió a Gimnasia y Esgrima.
Un fenómeno social y cultural
Para muchos argentinos y fanáticos del fútbol en todo el mundo, Maradona fue más que un jugador. Fue un ídolo en toda su dimensión. No solo porque conquistó el mundo desde una villa miseria donde carecía de todo, sino porque supo llevar a la cima a equipos que nunca soñaron con estar en ese lugar. Su adicción a las drogas fue parte también de una vida que, sin embargo, estuvo marcada por la magia.
Con información de: DW y El Sol del Bajío.