¿Quién fue Remedios Varo?

María de los Remedios Varo Uranga nació un 16 de diciembre en Anglés (Gerona), España. Fue una pintora surrealista y escritora en México.

Hija de padre andaluz, Rodrigo Varo y Zejalvo, y de madre vasca Ignacia Uranga y Bergareche. Por la profesión de su padre, ingeniero hidráulico, su familia viajó a través de toda España e incluso a Marruecos. Remedios nace en Anglés durante uno de estos viajes.

Después de la muerte de una hija, la madre de Remedios consagró su próxima hija deseada a la virgen de los Remedios. La pareja tuvo dos hijos varones: Rodrigo, el mayor, y Luis.

De niña Remedios aprendió el manejo de los utensilios del oficio paterno, la perspectiva, las matemáticas y el dibujo profesional. Sin embargo, como ya adelanté, Remedios Varo se sintió criticada e inexplicablemente culpable, sentimiento que la persiguió toda su vida.

Fue de las primeras mujeres que estudiaron en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando de Madrid, en la que tuvo como profesores a Manuel Benedito y Julio Romero de Torres. En 1930 se casó con su compañero de estudios Gerardo Lizarrageside.

En 1932 la artista se mudó a Barcelona, donde trabajó como diseñadora publicitaria y se sumó al grupo surrealista catalán Logicofobista. En la Guerra Civil la artista salió de España y se fue a París de donde tuvo que emigrar en 1941: Con la llegada de los nazis tuvo que exiliarse a México.

Allí empezó a trabajar como artesana, pero enseguida pasó a formar parte del grupo surrealista y a relacionarse otra vez con Esteve Francés y, sobre todo, con la pintora británica Leonora Carrington, cuyo fuerte ascendiente artístico fue definitivo en la concepción estética de la creadora española. También formaron parte del grupo al que era asidua Octavio Paz, César Moro, Eva Sulzer, Gunther Gerzso, José Horna y Gordon Onslow-Ford, entre otros.

En 1956 presentó su primera gran exposición de carácter individual en Ciudad de México; a partir de ese momento se convirtió en uno de los nombres más reconocidos de la pintura del país. Hasta 1950 se dedicó por completo a la creación pictórica.

Remedios Varo, influenciada por Walter Gruen, su última pareja sentimental, se dedica de lleno a la plástica. Viajó para Venezuela donde permaneció alrededor de dos años y regresó a México para pasar la etapa final de su vida.

Entre sus obras más reconocidas figuran La revelación o el relojero (1955), Exploración de las fuentes del río Onírico (1959), Vampiros vegetarianos (1962) y Creación de las aves (1957), entre muchas otras.

Su obra:

Su obra anterior a la Guerra Civil es poco conocida, pero lo que se ha conservado indica la dirección que iba a seguir en los años posteriores: imaginería onírica dentro de los parámetros del surrealismo ortodoxo (que después se haría más libre) e ingenuísimo estilístico. Su conciencia narrativa, a menudo recargada de figuras tomadas de los cuentos infantiles, llega en algunas obras a hacerse casi sofocante.

Aun siendo ello interesante, la autora dio lo mejor de sí cuando se ocupó más en crear relaciones espaciales y cromáticas per se, liberadas de abigarramientos iconográficos. No obstante, son muy célebres sus exploraciones de diminutos mundos fantásticos (con evidentes evocaciones del mundo medieval y de la pintura de El Bosco y Brueghel el Viejo), su gusto por las escenas referidas a la alquimia y sus metamorfosis de la figura femenina, mito primero de la creación simbolizado como fuente natural de belleza y regeneración.

​Su obra escultórica consta de una colección de piezas elaboradas a partir de huesos, espinas de pescado y toda suerte de restos orgánicos, alambres, cuerdas, etc. Muchas de ellas presentan apariencias de fósil fantástico, esqueleto animal o tótem tribal; son obras verdaderamente conseguidas y dignas de enriquecer el cuadro de honor de las mejores rarezas de la figuración surrealista española.

Su última pieza, Música del Bosque quedó incompleta tras su muerte ocurrida un 8 de octubre de 1963, a causa de un ataque al corazón. Su esposo Walter Gruen recolectó sus obras y las donó al Museo de Arte Moderno de México; la obra fue declarada monumento artístico mexicano en el año 2001.

Fuentes: Remedios Varo, Torenart, Escuela Nacional de Pintura, Escultura y Grabado La Esmeralda, Milenio, El Siglo de Torreón.

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