Rufino Tamayo, el pintor que revolucionó el arte mexicano

El artista plástico nació el 25 de agosto de 1899, pero a él le gustaba celebrar su cumpleaños el día 26, que se toma como la fecha de la efeméride.

Rufino Tamayo, uno de los pintores mexicanos más reconocidos a nivel mundial, fue quien a lo largo del siglo XX pudo conjugar su herencia mexicana y el arte prehispánico con las vanguardias internacionales, en piezas marcadas por el color, la perspectiva, la armonía y la textura.

Tamayo pintó más de mil 300 óleos, entre los que se encuentran los 20 retratos de su esposa Olga, con quien estuvo casado durante 57 años; realizó 465 obras gráficas, como litografías y mixografías, 350 dibujos, 20 murales, así como un vitral.

Rufino Arellanes Tamayo nació en Oaxaca el 25 de agosto de 1899. Hijo de Ignacio Arellanes, de oficio zapatero, y Florentina Tamayo, costurera, Rufino del Carmen Arellanes Tamayo. En 1907 murió su madre y él quedó al cuidado de su tía Amalia, con quien vivió a partir de 1911 en la capital de la república.

El Museo Tamayo señala que:

En 1917, a los dieciocho años, Tamayo ingresó a la Academia de San Carlos para estudiar arte, pero pronto la dejó porque estaba descontento con su educación tradicional. Pocos años después, comenzó a trabajar en el Museo Nacional de Arqueología, donde inició como dibujante y ascendió hasta ser nombrado jefe del departamento de dibujos etnográficos.

En 1933, mientras finalizaba su primer mural monumental —el primero de veintidós murales que realizaría en su carrera— Tamayo conoció a Olga. Se casaron y se mudaron a la ciudad de Nueva York, donde el surrealismo y el expresionismo abstracto dominaban la escena artística. Ahí encontró empleo como maestro de arte en una escuela privada y exhibió su obra en varias galerías de renombre. Pronto su trabajo comenzó a ser reconocido internacionalmente. Tanto así que, en 1950, junto con Rivera y Siqueiros, exhibió su obra en la Bienal de Venecia, unas de las muestras internacionales más importantes del mundo.

Museo de Arte Prehispánico de México Rufino Tamayo

En 1957, Tamayo se mudó a París, donde permaneció hasta 1964. En 1974, tras su regreso a México, Tamayo donó más de 1,300 obras prehispánicas de su colección privada para formar, en la ciudad de Oaxaca, el Museo de Arte Prehispánico de México Rufino Tamayo. Durante ese periodo, Tamayo también comenzó a pensar en museo de “arte universal” que incluyera los mejores ejemplos de todas las corrientes artísticas desde la Segunda Guerra Mundial, y él, junto con su esposa Olga, se dieron a la tarea de reunir las obras necesarias para lograrlo.

Las últimas décadas de la vida del artista se vieron marcadas por importantes logros: en 1977, Tamayo tuvo una importante exposición en la Bienal de Sao Paulo; en 1979, a los ochenta años, fue sujeto de una gran exposición retrospectiva en el Solomon R. Guggenheim Museum de Nueva York; y en 1981, después de varios años de planeación, el Museo de Arte Contemporáneo Internacional Rufino Tamayo (Museo Tamayo) abrió sus puertas en el Bosque de Chapultepec, en la Ciudad de México.

Su última gran retrospectiva se realizó en 1987 para conmemorar sus setenta años de carrera. Ésta se llevó a cabo en dos sedes de la Ciudad de México: el Palacio de Bellas y el Museo Tamayo.

Rufino Tamayo murió cuatro años después, el 24 de junio de 1991.

Mexicano internacional

El mismo Tamayo explicó, en una entrevista realizada en 1956, que “Mi sentimiento es mexicano, mi color es mexicano, mis formas son mexicanas, pero mi concepto es una mezcla (…) Ser mexicano, nutrirme en la tradición de mi tierra, pero al mismo tiempo recibir del mundo y dar al mundo cuanto pueda: este es mi credo de mexicano internacional”.

“En sus entrañas, él tenía el gusto por el dibujo y por crear pintura”, cuenta su sobrina María Elena Bermúdez. “Él decía y daba consejo a los jóvenes: si te gusta pintar, pinta todos los días y si puedes ocho horas diarias. Fue el joven que se va haciendo a través de un arduo trabajo, sacrificio y esfuerzos incontables, un día y otro y otro, desde luego él se adelantó a su época, porque cuando uno piensa en Tamayo, como pintor, siempre piensa uno en un Tamayo actual y además moderno”.

Reconocimientos

Fue galardonado con el Premio Nacional de Ciencias y Artes, nombrado Doctor Honoris Causa por las universidades de Manila, la Nacional Autónoma de México, la de Berkeley, la del Sur de California y la Veracruzana, así como Caballero de la Legión de Honor de Francia.

Además, recibió el Gran Premio de Pintura de la II Bienal de Sao Paulo, fue nombrado comendador de la República Italiana, Hijo Predilecto por el gobierno de Oaxaca y el rey Juan Carlos de España le entregó la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes, el Senado de la República hizo lo propio con la Medalla Belisario Domínguez y fue miembro honorario del Colegio Nacional, entre otras distinciones.

*Otras fuentes señalan que nació un 26 de agosto.

Fuentes: Gobierno de México, Museo Tamayo, El Colegio Nacional.

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