Mineral de Pozos se ubica en el noroeste del estado de Guanajuato, se caracteriza por sus casas abandonadas y restos de construcciones ancestrales, como son: el Horno de Minería de los Jesuitas en la cercana Hacienda de Santa Brígida (1536) y la Escuela Modelo.
De sus minas se sacaba, plata oro, cobre, bronce, mercurio y aluminio. Este Pueblo Mágico, ha sido abandonado dos veces desde su fundación, motivo por el cual también recibe el nombre de Pueblo Fantasma.
Época prehispánica y la colonia
Durante la época prehispánica la región estuvo dominada por tribus Chichimecas, Huachichiles, Copuces, Guaxabanes y Pames. En el año de 1576, algunos jesuitas españoles llegaron a la zona Noreste del estado con el fin de evangelizar, al lugar le llamaron el Palmar de Vega.
Don Luis de Velazco (hijo), VIII virrey de España, comisionó en 1590 al misionero de la orden jesuita, Gonzalo de Tapia para que se encargara de negociar la paz entre los nativos y los españoles, nombrando al lugar: San Luis de la Paz, que recuerda y simboliza el pacto.
Los jesuitas le enseñaron a las tribus los procesos europeos para la extracción del mineral, así como sus beneficios; de esta enseñanza aún existen tres hornos que datan de 1595. Para entonces la comunidad cambió su nombre de Palmar de los Pozos por el de San Pedro, en honor al santo que les fue impuesto a los distintos grupos étnicos que fueron atraídos para los trabajos de la minería.
En los primeros años de 1600, el poblado llegó abrir alrededor de 100 minas, cada una con propietarios de diferentes puntos del país e incluso extranjeros.
Posteriormente en 1658, se cambió de nombre a Pozos por la gran cantidad de excavaciones para extraer los metales de oro y plata principalmente, se le agregó el de “Real” para amparar la explotación.
Expulsión de los jesuitas, propicio a la caída de Real de Pozos
En 1767 los jesuitas fueron expulsados por los chichimecas, la producción mermó aunque no en su totalidad. El trabajo en la mina disminuyó, hubo carencia de azogue, hierro y demás elementos indispensables para el laboreo y beneficio, así como el retiro de capitales.
A finales del siglo XIX el pueblo de San Pedro de los Pozos, vivió un momento histórico pues gracias al resurgimiento de la fiebre minera que llegó desde el noroeste del Estado, florecieron nuevamente las actividades de explotación minera, el poblado vuelve a renacer como un potente complejo industrial.
El poblado ya contaba con lugares que ofrecían hospedaje, puestos de comida y un teatro.
Ciudad Porfirio Díaz
El máximo esplendor de Mineral de Pozos se logró durante el gobierno de Don Porfirio Díaz, período durante el cual cambió su nombre a “Ciudad Porfirio Díaz”, en honor al presidente de la República.
El 26 de octubre de 1897, San Pedro de Pozos se convierte en la “Ciudad Porfirio Díaz”, esto por decreto de don Joaquín Obregón González, gobernador del estado de Guanajuato. En 1895, Pozos dependía de San Luis de la Paz.
El 12 de agosto de 1900, fue autorizada la construcción del Ferrocarril con su telégrafo, que partiría de la Hacienda “El Bozo” hasta la ciudad de San Luis de la Paz, y que pudiera prolongarse hasta el mineral de Pozos o “Ciudad Porfirio Díaz”.
En el artículo Brevísima historia de Mineral de Pozos, Guanajuato, de Benjamín Arredondo, dice que:
“Pozos, es decir, Ciudad Porfirio Díaz, creció a tal grado que “el 26 de octubre de 1897, quedó formado el Partido judicial, siendo Ciudad Porfirio Díaz la cabecera, con las Municipalidades de Iturbide, Tierrablanca, Santa Catarina y Atarjea; y el Distrito político se formó con los mismos límites que tuvo el Municipio de Pozos” (misma fuente que la anterior.).
Para 1900 “La Ciudad está dividida en seis cuarteles que contienen 9,510 habitantes; la mina de Angustias, con 1,042, y 32 ranchos, con 5,286, lo que da un total de 15,838 habitantes”.
Declive de la Ciudad Porfirio Díaz
A la caída del gobierno porfirista comenzó una segunda caída de la cual ya no se recuperó. La crisis se hizo más aguda en el año de 1926, en parte, por la inestabilidad del movimiento Cristero y por la depresión internacional, que provocó la caída de los precios de los metales y el consecuente retiro de los últimos capitales fuertes.
En la década de los 80´s del siglo XX, el pueblo que fuera abandonado es redescubierto y reconocido por el gobierno federal, en un acto trascendental donde la cuestión se su conservación coincide con las protecciones y nombramientos de Guanajuato, San Miguel de Allende y Dolores Hidalgo, como Zonas de Monumentos.
Durante el Gobierno del Presidente López Portillo, Mineral de Pozos fue declarado Monumento Histórico.
Pueblo Mágico
El 16 de febrero de 2012, Mineral de Pozos se convirtió en el “Pueblo Mágico” No. 49, designación otorgada por la Secretaría de Turismo.
Fuente Sectur Guanajuato, El Bable.