Segunda Edición del Festival Internacional Cervantino

Año de 1974

La segunda edición del Festival Internacional Cervantino no se llevó a cabo en 1973. Quizá se dejó espacio para replantear mejor el encuentro, o pudo haber sido consecuencia de la situación por la que atravesaba el país; pero una explicación más acertada podría relacionarse con cambios en varios campos que en 1973 se produjeron de manera natural concluidos algunos ciclos. El titular del gobierno estatal había sido relevado por Luis H. Ducoing, la Rectoría de la Universidad de Guanajuato se había encomendado a Eugenio Trueba Olivares, y el nuevo director del Festival era Fernando Macotela.

El hecho es que, para no comprometer el éxito del FIC, se había tenido que posponer un año. Por lo tanto, del 27 de abril al 12 de mayo de 1974 llevó a cabo el II Festival, que se recuerda como un encuentro con mayor participación internacional, a lo cual mucho contribuyó el apoyo que habían brindado a los organizadores gente calificada como el arquitecto Luis Ortiz Macedo, director del INBA; la actriz Dolores del Río, presidenta del patronato; Ana Mérida, coordinadora artística, y Antonio López Mancera, jefe del Departamento de Producción Teatral. Rodolfo Echeverría Álvarez, hermano del presidente de México, fue puesto al frente del comité organizador.

El Festival comenzó con el montaje de la novela de Cervantes “La ilustre fregona”, dirigida por Carlos Gaona, en la que participaron la Orquesta Sinfónica, el Ballet, el Coro y la Estudiantina de la Universidad de Guanajuato. También apareció en escena Sonia Amelio, bailarina con manos prodigiosas para el manejo de crótalos y castañuelas, quien se había dado a conocer en el mundo y gozaba de una enorme fama, en especial en países del bloque socialista.

El hecho de que entre los organizadores hubiera personalidades vinculadas al Gobierno Federal y a las autoridades de la esfera cultural del país, con capacidad de decisión y mejor conocimiento del entorno artístico mundial, propició que concurrieran a Guanajuato compañías teatrales de la estatura del Teatro Vinohradech, uno de los de mayor prestigio de la capital de Checoslovaquia, el Teatro Chateauvallon de París, el Teatro Incontro de Italia, el Teatro Clásico de Roma y el Spanish Theatre Repertory Company de Nueva York.

A las actividades del Festival asistieron personas de varios estados del país y otras provenientes del extranjero, especialmente de habla hispana, las cuales habrían sumado 50 mil según los cálculos que hiciera para la prensa Dolores del Río al año siguiente.

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