Sismo del Ángel de 1957

El domingo 28 de julio de 1957, a las 02:40 horas a 90 kilómetros al sureste de Acapulco, Guerrero, y a 341 kilómetros de la Ciudad de México ocurrió un sismo de magnitud 7.8 que generó considerables daños. La afectación más icónica fue la caída del Ángel de la Independencia, por tal razón a este sismo se le conoce con ese nombre.

Escultura de siete metros de altura y siete toneladas de peso. Después de 14 meses de restauración y reforzamiento del monumento, el Ángel de la Independencia fue reinaugurado en septiembre de 1958. Desde entonces la escultura ha permanecido intacta a pesar de los numerosos sismos que la han sacudido.

Los mayores daños ocurridos en la Ciudad de México se concentraron en la entonces Delegación Cuauhtémoc. Según las fuentes periodísticas de la época, 39 decesos se reportaron en la ciudad y alrededor de mil edificios reportaron algún tipo de daño, caída de bardas, grietas en estructuras y acabados.

Además de la Ciudad de México las poblaciones más afectadas fueron San Marcos, Chilpancingo, Chilapa, Huamuxtitlán, Ayutla y Tuxtla; todas en el estado de Guerrero. Los daños principalmente se debieron a que la mayoría de las estructuras estaban hechas con materiales precarios y poco resistentes como el adobe. Se estima que fueron 160 decesos a nivel nacional y lo daños económicos se estimaron en 25 millones de dólares.

Los daños

De acuerdo a un reportaje publicado en Noticieros Televisa:

El primer reporte oficial, emitido la mañana del domingo 28 de julio, hablaba de sólo de cuatro muertos, cifra considerablemente baja cuando se contrastaba con el reporte parcial de 25 derrumbes.

Poco a poco fueron encontrando más cuerpos, haciendo de esas primeras horas algo dramático. No obstante, el mayor golpe contra la realidad fue cuando comenzaron a removerse los escombros de un edifico que estaba en la esquina de Álvaro Obregón y Frontera, en la colonia Roma. Ahí, tras las vallas policíacas donde cientos de mexicanos veían las labores de rescate, yacían 12 familias sepultadas; al final fueron 33 cuerpos los recuperados. Ese predio ahora es ocupado por un hotel.

Por el derrumbe de las escaleras, decenas de personas quedaron atrapadas en los pisos superiores de las unidades habitacionales Presidente Alemán y Juárez, de reciente construcción. También se reportó que se vino abajo el techo de la Nave Central de La Merced, que en aquel tiempo estaba en construcción.

Varias construcciones quedaron endebles, incluidos los cines Cervantes, Colonial, Ópera, Encanto, Insurgentes, Gloria, Goya, Roble, Cineac, Titán, Majestic y Capitolio, que debieron cerrar, dejando desempleadas a un importante número de personas.

Si bien la Ciudad de México fue la más afectada, hubo otras zonas de la República Mexicana que también presentaron daños materiales y pérdida de vidas humanas, sobre todo en la parte central del país y en el Estado de Guerrero. Por ejemplo, en Chilpancingo un tercio de las casas se vinieron abajo y en Acapulco el mar se retiró 30 metros para después dar paso a un tsunami que arrasó con la Costera de la ciudad.

El saldo final fue de 700 muertos y 2,500 heridos. A pesar de ello, el pueblo mexicano se mostró solidario y en medio de la tragedia la gente comenzó a colaborar en las labores de rescate, y a donar sangre y comida para los heridos y damnificados.

Historia del Ángel de la Independencia

Construcción

En el comienzo de las obras de cimentación, el general Porfirio Díaz puso la primera piedra el 2 de enero de 1902 y colocó dentro de ella un cofre dorado con el acta de independencia y una serie de monedas de cuño corriente de la época.

La dirección del proyecto estuvo a cargo del arquitecto mexicano Antonio Rivas Mercado, quien nombró al escultor italiano Enrique Alciati como encargado de la realización de las esculturas y bajorrelieves, y al ingeniero Roberto Gayol como encargado de la obra civil.

Fue hasta el 16 de septiembre de 1910 que el presidente Porfirio Díaz inauguró el monumento el cual tuvo un costo para la época de 2 millones 150 mil pesos.

En 1923 se realizaron los trabajos en el interior del pedestal de la columna y la construcción de tres nichos para albergar en urnas los restos de diferentes héroes de la independencia que se trasladarían desde la Catedral Metropolitana de la ciudad de México y de otros puntos del país en 1925, por lo que se convierte en un mausoleo.

Terremoto

Debido al terremoto que azotó a la Ciudad de México el 28 de julio 1957, la escultura de la Victoria Alada se precipitó quedando completamente destrozada.

En su restauración se reforzó el interior de la columna con placas de metal y se reemplazó la escalera de piedra del interior por una metálica, además de que se construyó una nueva Victoria Alada la cual fue colocada en la cima.

La reinauguración se llevó a cabo el 16 de septiembre de 1958.

La cabeza de la antigua escultura actualmente se encuentra expuesta al público en la entrada del Archivo Histórico de la Ciudad de México.

Descripción

La altura del monumento es de 90,16 m, más 1,5 m que tienen las gradas construidas en 1910 y 3 m adicionales que tienen las gradas construidas en 1986, para un total de 94,66 m y que muestran el hundimiento de la ciudad, este monumento tiene para fines prácticos una orientación oriente – occidente.

Victoria Alada

La escultura conocida como Ángel de la Independencia es una estatua hueca de bronce, que representa a la Victoria Alada en actitud de vuelo con las alas abiertas, con el brazo derecho extendido y sosteniendo una corona de laurel en actitud de colocarlo sobre la cabeza de los héroes, el brazo izquierdo extendido hacia abajo y atrás sosteniendo en la mano una cadena rota de tres eslabones símbolo de los tres siglos del virreinato y la dependencia política de España. Toda ella revestida por hoja de pan de oro.

Columna

Bajo la Victoria Alada hay una caseta con una puerta al oriente que da acceso a una terraza de no más de 0,80 m que la recorre perimetralmente y es resguardada por un barandal de bronce repujado que antiguamente tenía escudos de bronce en las cuatro caras con las iniciales R.M. “República Mexicana”.

La columna mide 2,90 m de diámetro, y a los lados fueron esculpidas guirnaldas de encino, enlazadas por anillos que circundan la columna y medallones florales, en dos de esos anillos se esculpieron los nombres de ocho personajes ilustres de la independencia.

En el lado suroriente los de Iturbide y Allende, en el surponiente los de Mier y Terán y Galeana, al norponiente los de Victoria y Rayón y al nororiente los de Matamoros y Aldama.

Las guirnaldas nacen de cuatro cabezas de león esculpidas en el anillo más bajo, bajo éste, en el lado oriental, se encuentra un bajorrelieve que representa la fama que lleva una trompeta. Al pie de la columna se encuentran dos coronas: una que simula la piel de una serpiente y bajo ésta una de laurel.

Pedestal

En el oriente del pedestal en su parte superior se encuentra un grupo de esculturas llamada “Apoteosis del Padre de la Patria” compuesto por tres figuras, dos de ellas figuras simbólicas, de pie se ubica levantando una bandera mexicana el cura Miguel Hidalgo, al sur sentada con un libro y una pluma la musa de la Historia, al norte en actitud de levantarse y ofreciendo a Hidalgo una corona de laurel se encuentra La Patria. El pedestal que tiene base cuadrada tiene en los extremos cuatro estatuas a un nivel un poco inferior que la de Hidalgo correspondiendo a José María Morelos la del suroriente, a Francisco Xavier Mina la del surponiente, a Nicolás Bravo la del norponiente y a Vicente Guerrero la del nororiente.

Bajo estas en las caras norte y sur del pedestal se encuentran dos rosetones, que permiten la entrada de luz al interior del monumento, en cada cara se muestran en bajorrelieve dos haces romanos, además de hojas de encino y laurel que representan la fuerza y la victoria respectivamente.

En el descanso del primer cuerpo del pedestal del lado oriente se encuentra la escultura de un león macho que es conducido por la figura de un genio (un pequeño niño), que simboliza la fuerza y la inteligencia respectivamente.

En los extremos se ubican cuatro pedestales sobre los cuales hay cuatro figuras sentadas las cuales corresponden a la Paz, la Guerra, la Justicia y a la Ley.

Bajo las cuatro estatuas se encuentran los nombres de veinticuatro personajes de la independencia divididos en ocho categorías.

Los Precursores:

  • Melchor de Talamantes

  • Francisco Primo de Verdad y Ramos

  • Marqués de San Juan de Rayas

Los Consumadores:

  • Pedro Ascencio

  • José Joaquín de Herrera

  • Miguel Barragán

Los Caudillos:

  • Mariano Jiménez

  • Leonardo Bravo

  • Pedro Moreno

Los Guerrilleros:

  • Encarnación Ortiz «El Pachón»

  • Víctor Rosales

  • José Antonio Torres

Los Escritores:

  • Servando Teresa de Mier Noriega y Guerra

  • Joaquín Fernández de Lizardi

  • Carlos María de Bustamante

Los Congresistas:

  • José María Cos

  • José María Liceaga

  • Andrés Quintana Roo

Las Heroínas:

  • Josefa Ortiz de Domínguez

  • Leona Vicario Fernández de San Salvador

  • Mariana Rodríguez del Toro de Lazarín

Los Conspiradores:

  • José Mariano de Michelena

  • Epigmenio González

  • Antonio Ferrer

Interior

Por dentro del pedestal se encuentra la zona de urnas con un escudo nacional en la parte superior, en las que se leen los nombres de Morelos, N. Bravo, Matamoros, Hidalgo, Allende, Aldama, Guerrero, Quintana Roo y Leona Vicario.

En 1925 los restos de los héroes de la Independencia de México fueron trasladados de un nicho en la capilla de San Francisco en la Catedral Metropolitana de la Ciudad de México y otros restos fueron traídos desde sus lugares de entierro para ser depositados en las urnas.

El 30 de mayo del 2010, con motivo de las fiestas del Bicentenario de la Independencia Mexicana se retiraron las urnas con los restos de los héroes, para restaurarlos ponerlos en exhibición y rendirles honores durante 2010 y 2011.

Fuentes Gobierno de México, Noticieros Televisa, Kiosco de la Historia.

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