Vicente Fernández, el “Charro de Huentitán”

“Mientras el público me aplauda, yo sigo cantando”. Esta es una de las frases que el legendario artista mexicano soltaba cuando se le preguntaba por sus planes de retiro, incluso en los últimos años, cuando su precaria salud, agobiada por dos guerras contra el cáncer y un embolismo pulmonar, entre otras cosas, lo obligó a retirarse de sus amados escenarios.

Biografía

Con una trayectoria que abarca más de cinco décadas, Fernández, nacido el 17 de febrero de 1940 en el pueblo de Huentitán, El Alto, Jalisco, recibió todos los premios y reconocimientos en el mundo del entretenimiento y más allá; El “Ídolo de México” ha actuado en los más grandes y prestigiados escenarios del mundo como en el Auditorio Nacional y en la Plaza De Toros México, el Madison Square Garden y el Radio City Music Hall de Nueva York.

Por más de 50 años Vicente Fernández mantuvo su posición como el más grande cantante vivo de México, reuniendo un alcance vocal operístico con una profunda comprensión de las raíces campiranas de la música ranchera. Su don como cantante no tiene comparación ya que con una gran calidad vocal puede rogar, vituperar, exaltar y desnudar su alma sin comparación alguna.

Vendió más de 70 millones de discos, realizado más de 25 películas, ganado 8 Grammy Latino, 3 Grammy, 14 Premio Lo Nuestro, el extraordinario premio “Persona del Año” otorgado por la Academia Latina de Grabación, múltiples discos de Oro, Platino y Diamante y hasta una estrella en el Paseo de la Fama de Hollywood. Reconocimientos que por más grandes que sean no le significan tanto como el cariño de su público al que le dedica sus inmortales palabras “Mientras usted no deje de aplaudir, su Chente no deja de cantar”.

Fue hijo del ranchero Ramón Fernández y de Paula Gómez de Fernández. Con tan sólo seis años de edad empezó a soñar en una carrera como cantante. A los 8 años recibió una guitarra y rápidamente aprendió a tocarla y comenzó a estudiar música folclórica. Desde entonces, soñaba ya con el futuro: “Desde lo que puedo recordar, cuando yo tenía 6 ó 7 años, iba a ver las películas de Pedro Infante y le decía a mi mamá ‘cuando yo crezca voy a ser como ellos’”.

Inicios en la música

A los 14, su ambición lo llevó a entrar a un concurso amateur en Guadalajara, en el que ganó el primer lugar. Era el año 1954. Con esa seguridad empezó a tocar localmente en restaurantes y bodas, para grupos de familiares y amigos. En forma temprana Fernández fue conducido al éxito. A pesar de los obstáculos, su determinación lo condujo por una trayectoria que se convertiría en una historia de triunfo.

A principios de 1963, su madre, Paula Gómez de Fernández muere de cáncer a los 47 años de edad. Posteriormente –ése mismo año, el 27 de diciembre– se casa con María del Refugio “Cuquita” Abarca Villaseñor, su vecina de Guadalajara. Pronto la pareja tendría cuatro hijos: Vicente, Gerardo, Alejandro y Alejandra.

En el intento por hacer que su carrera avanzara, Fernández –con 24 años de edad– se unió con algunos de los grupos de mariachi más conocidos de México, como el Mariachi Amanecer de Pepe Mendoza, y el Mariachi de José Luís Aguilar (Felipe Arriaga), para seguir cantando en restaurantes. Fue a través de estos grupos que se hizo amigo de Felipe Arriaga. Por ese entonces actuaba regularmente en el programa de radio, de música de mariachi, ‘Amanecer Tapatío’. Arriaga y otros influyentes amigos lo animaron a mudarse a la Ciudad de México.

A finales de 1965 comenzó a hacer visitas a las diferentes compañías discográficas. Siempre era rechazado, pero empezó a rondar por los entonces Estudios CBS, con la esperanza de obtener una audición. Eventualmente Fernández pudo meter un pie en la XEX, la estación número 1 de México. A través de la XEX pudo llegar a audiencias más grandes y empezar a construir fama local.

(…)

No conforme con cantar y grabar, Fernández extiende su trabajo hacia el cine, en 1971. Aparece en su primera producción mexicana, “Uno y Medio Contra el Mundo”. Tres años después, protagoniza su primer hit cinematográfico, “La Ley del Monte”.

El Rey

(…) En 1976, el compositor Fernando Z. Maldonado compone una canción con una temática diferente, en donde describe a un hombre macho que acepta su culpabilidad en una relación sentimental. El tema quizás era nuevo, pero la canción impactó: “Volver, Volver” se convirtió en otro himno de la música ranchera. La canción “Volver, Volver” causó un tremendo impacto, convirtiéndose así en un himno más de la música ranchera. A finales de 1976, la canción rompió todos los récords de venta y se escuchaba en todos los radios de los carros, en todos los estéreos de las casas y en todas las rocolas, al mismo tiempo que cientos de grupos de México, EEUU y Centro y Sudamérica grababan la canción. Para entonces Fernández era ya, sin discusión, el nuevo rey de la música ranchera. Esta canción lo convirtió en una estrella internacional y así empezó su inolvidable e impresionante lista de éxitos.

A finales de los setenta Fernández ganaba preseas y premios con regularidad. En 1977 recibe en Brownsville, Texas la distinción de “Mister Amigo” que se concede año con año a un mexicano prominente.

(…) A principios de los 80, los medios de la música, en México, acuñaron un nuevo apodo para Fernández, “El Ídolo de México”, y se le quedó. Con su éxito creciente, Fernández se dedica a hacer giras y grabaciones con regularidad. En el escenario le gusta repetir alguno de sus dichos favoritos como éste: “Mientras ustedes no dejen de aplaudir, su Chente no deja de cantar”.

(…)

El 14 de Febrero del 2009, Vicente Fernández logra romper el record de asistencia en el Zócalo capitalino de la ciudad de México, llenando la plancha del zócalo con casí 220,000 personas que pudieron disfrutar y corear los grandes éxitos del charro de Huentitan. Fragmento tomado de https://vicentefernandez.mx/biography/.

Su muerte

El ídolo de la potente voz, el traje de charro impecable, el bigote pronunciado y la sonrisa amable, quien luchó por su vida durante varios meses, tras estar internado en terapia intensiva, luego de que se le practicara una cirugía de urgencia a consecuencia de un traumatismo raquimedular (fractura de nuca o cuello), que se originó tras una caída en su habitación en el rancho Los Tres Potrillos, en Guadalajara.

“Lamentamos comunicarles su deceso el día domingo 12 de diciembre (de 2021) a las 6:15 am. (Hora de México). Fue un honor y un gran orgullo compartir con todos una gran trayectoria de música y darlo todo por su público. Gracias por seguir aplaudiendo, gracias por seguir cantando. #ChenteSigueSiendoElRey”. Con estas palabras anunciaban la muerte de Don “Chente”, el “Charro de Huentitán”.

Dejó de existir a los 81 años. Sus interpretaciones “Acá entre nos”, “Por tu maldito amor”, “Lastima que seas ajena”, “La ley del monte”, “Estos celos”, “De qué manera te olvido” y “Me voy para siempre” comienzan a tener un nuevo significado en la vida de sus fans.

Despedidas

Camila Fernández, nieta de Don Vicente Fernández, compartió un video en el que se ve a ‘Chente’ cantándole a su bisnieta, Cayetana: “Tú no mueres, Tata, tú vives en tu gente, en tus hijos, en tus nietos, tus bisnietos, y tu música para siempre. Gracias, gracias, gracias”, escribió.

Una bandera de México en lo más alto e imágenes de Vicente Fernández. Todo ello con música de Don Chente de fondo, así lució el último adiós a la leyenda de la música mexicana.

Con un mensaje en redes sociales, Alejandro Fernández le dio un último adiós a su padre: “Las luces nunca brillaron más en el cielo. Sin duda alguna, no pude haber pedido un mejor padre, amigo y maestro. Gracias por mostrarme el camino. Y aunque te extrañemos a diario, tu espíritu y voz vivirán por siempre en tu familia, en tu pueblo y en tu gente. Te amo pa.

Pd. Enséñales cómo armar un buen palenque allá arriba pa festejar tu llegada. Buen viaje, mi querido viejo”.

Vía: LaTimes, Marca y SONY MUSIC

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