Nació el 29 de diciembre de 1909, en León. Realizó estudios en las Universidades de México y Harvard, fue maestro en numerosas instituciones académicas del país y del mundo.
Etnólogo, antropólogo, arqueólogo, historiador, filólogo, fue Director del Museo Nacional de Historia, de Etnografía en el INAH, Presidente del Consejo de Historia, Director del Consejo de Lenguas Indígenas y del Seminario de Cultura Mexicana en un periodo que va de 1934 a 1971.
Publicó más de cincuenta obras sobre nuestra historia común, destacan Brevísimo resumen de historia antigua de Guanajuato, en 1933; Mapa lingüístico de norte y Centroamérica, en 1936; Historia antigua de México en diversas versiones, La colonización y evangelización de Guanajuato en el siglo XVI, en 1944; Los estudios lingüísticos en México, en 1968 y La migración Mexica, Génova, 1973. El propio Jiménez Moreno enumera en 173 las colaboraciones publicadas entre 1931 y 1980.
Difundió sus conocimientos y aportaciones en numerosos encuentros, simposios, mesas redondas y congresos nacionales e internacionales, distinguido con diversos nombramientos se le otorgaron preseas y reconocimientos académicos de indudable importancia; su conocimiento de diversas lenguas le ayudó a conocer distintas culturas del país, el continente Americano, Europa y el cercano Oriente.
Participó en cientos de artículos y contribuciones para difundir sus estudios y análisis eruditos sobre la historia prehispánica. En 52 años fue maestro de muchas generaciones de antropólogos e historiadores en múltiples instituciones, fue el conocedor más profundo y completo sobre el México antiguo que hayamos tenido.
Sus ideas sobre la importancia de El Bajío en la formación del México moderno, la relación entre costa y altiplano en la historia mexicana, su interpretación de las religiones indígenas, sus aportaciones básicas a la historiografía antigua, la definición del concepto de Mesoamérica, entre otras, son grandes aportaciones al conocimiento de nuestra identidad nacional.
Investigadores de diversos países deben a su portentosa cultura la definición de incontables términos y contribuciones al estudio de nuestra etnohistoria por medio de sus cátedras, charlas y consejos sabios. Murió el 22 de abril de 1985 en la Ciudad de México.