Xavier Mina, sobrino de Espoz y Mina, olvidado de la historiografía más reciente, es un personaje atractivo, cargado de motivos de interés: protagonista del movimiento guerrillero navarro en la Guerra de la Independencia, liberal adscrito desde sus inicios a los grupos más radicales; exiliado en Francia y en Londres, en contacto con Blanco White y Flores Estrada, Xabier Mina se enfrentó al absolutismo de Fernando VII y decidió combatirlo en tierras de América, apoyando a la insurgencia mexicana, dirigida entonces por Morelos.
Mina organizó en 1816 en Londres, con el apoyo de lord Holland y los liberales británicos, una expedición internacionalista integrada por oficiales de diversos países de Europa y América, que desembarcó en México y se enfrentó al Virrey Apodaca y a los ejércitos realistas. Murió fusilado en 1817, luchando por la libertad y la independencia de las provincias americanas. Sus proclamas y otros escritos contienen textos de gran aliento y contenido liberal.
En el contenido del libro se refleja el manejo de las fuentes algunas inéditas, otras apenas conocidas, así como documentos aún desconocidos en España.
Hay un prudente uso de citas que no ahuyentan al lector; en ese sentido es una grata novedad el dedicar un par de páginas al final de cada capítulo para comentar las fuentes utilizadas en el mismo.
Un agregado para el lector es la “Noticia biográfica del general Don Francisco Javier Mina” por José María Blanco White, que encontramos como apéndice. Todo esto da a la Vida de Mina el valor de una obra académica y de divulgación de la historia a uno y otro lado del Atlántico.
Sobre el autor
Manuel Ortuño es licenciado en ciencias políticas y doctor en historia; vivió en México varios años donde impartió clases en la Universidad Nacional Autónoma de México. Este libro tiene como base su tesis doctoral en la Universidad Complutense de Madrid y es el resultado de varios años de investigación, que han producido ensayos y libros sobre Mina y otros personajes que participaron en el movimiento insurgente, como Servando Teresa de Mier.
Con Ortuño entendemos que Mina fue un idealista, pero siempre un hombre de acción, un hombre moderno producto de la Ilustración, convencido de la necesidad de enarbolar conceptos como: legalidad, constitución, legitimidad, libertad, independencia, soberanía. Hombre de fuertes convicciones y coherente con sus principios como queda demostrado en este libro, cruzó el océano para dar nuevos aires a una lucha que hizo suya y por la cual murió. Ahora lo llamaríamos, recordando a Octavio Paz “un ciudadano del mundo” su lucha carecía de barrotes, de límites territoriales, de nacionalidades y de fronteras mentales. Tal vez tenía, razón Lucas Alamán cuando decía que Mina llegó demasiado tarde a estas tierras, quizá de ahí su derrota y la incomprensión a la que se enfrentó.
¿Punto de encuentro entre México y España?
A la distancia Mina es más un punto de encuentro entre España y México que una divergencia; hemos aprendido de él y lo adoptamos entre nuestros próceres. La historia compartida entre ambas naciones ha Superado cualquier diferencia por profunda que sea. El mismo proceso histórico, en palabras de Ortuño, ha sido el encargado de cerrar “las heridas de las guerras civiles, los enfrentamientos y los sacrificios de ambos bandos, superados por la comprensión y el consentimiento”.
Es buen momento para leer las diversas investigaciones e interpretaciones sobre nuestro pasado, lo que nos permitirá conocer y por lo tanto, comprender mejor nuestra historia.
Manuel Ortuño Martínez, Vida de Mina. Guerrillero, liberal, insurgente, México, Trama Editorial, Comisión para las Celebraciones del Bicentenario de la Independencia y el Centenario de la Revolución de la Ciudad de México, 2008.