Don Ignacio Hidalgo
Sobrino, al parecer, del Cura y de Don Mariano, que había acompañado a sus tíos desde el principio de la revolución, pues con ellos vivía en Dolores, como era clérigo, fue enviado Durango, donde se le fusiló hasta un año y meses después, el 12 de julio de 1812, en compañía del padre Balleza y …