Decena trágica

La Decena Trágica fue un periodo de diez días, en el que un grupo de inconformes, se levantaron en armas contra el gobierno del Presidente Francisco I. Madero. Este episodio culminó con los asesinatos de Madero y Pino Suárez, y la ascensión a la Presidencia, del General Victoriano Huerta.

Inició el 9 de febrero de 1913, los generales Manuel Mondragón y Gregorio Ruíz, ponen en libertad a los prisioneros Félix Díaz y Bernardo Reyes, intentándose apoderar del Palacio Nacional, pero al ser detenidos por Lauro Villar, se repelen y se posesionan de la Ciudadela. El general Bernardo Reyes muere a las puertas del Palacio Nacional. El presidente Madero, que saldría rumbo a Cuernavaca, ordenó al general Villar, herido en el combate, le entregará el mando de la guarnición de la plaza al general Victoriano Huerta.

Para el siguiente día, 10 de febrero de 1913, con cálculos aproximado, el número de muertos ascendía a los 506. En tanto el presidente Francisco I. Madero regresa a la Ciudad de México, acompañado por los generales Aureliano Blanquet y Felipe Ángeles, quien fue designado jefe de Estado Mayor de la Secretaría de Guerra.

En el tercer día de la Decena Trágica, 11 de febrero de 1913, el general Victoriano Huerta, comandante militar de la Ciudad de México, realizó un sospechoso ataque a la Ciudadela, donde se encontraban sublevados los generales Félix Díaz y Manuel Mondragón.

El 12 de febrero de 1913, los embajadores de Estados Unidos, Alemania y España en México se entrevistan con el presidente Francisco I. Madero, en Palacio Nacional, para pedirle garantías para las propiedades de extranjeros en esos momentos de convulsión interna.

Para el 15 de febrero de 1913, Henry Lane Wilson, embajador de Estados Unidos en México, exigió la renuncia del presidente Francisco I. Madero. Veinticinco senadores, encabezados por Gumersindo Enríquez y Guillermo Obregón, le piden a Madero que renuncie. Un día antes también el general Félix Díaz, que había sido liberado exige la renuncia del presidente y del vicepresidente. Sin embargo, Madero se niega tajantemente a renunciar.

Madero y Pino Suárez son capturados

 

El 18 de febrero de 1913, Francisco I. Madero y José María Pino Suárez, y parte de su Gabinete son hechos prisioneros en Palacio Nacional por el general Aureliano Blanquet, quien obedeció órdenes de Victoriano Huerta.

Se reunieron en la embajada de EUA, con el señor Henry Lane Wilson, los generales Victoriano Huerta y Félix Díaz, quienes firmaron el Pacto de la Embajada o de la Ciudadela, por el cual se desconoció al gobierno del presidente Madero.

Gustavo A. Madero, hermano del presidente, fue aprehendido y conducido a la Ciudadela. Además fue brutalmente torturado y asesinado.

El 19 de febrero de 1913, la Cámara de Diputados recibió y aceptó las renuncias del presidente Francisco I. Madero y del vicepresidente José María Pino Suárez. Mientras tanto, el ministro de Relaciones Exteriores, el licenciado Pedro Lascuráin, asume provisionalmente el Poder Ejecutivo, y designa ministro de Gobernación al general Huerta.

Huerta asume la presidencia de la República

Unos 25 minutos después, Lascuráin renuncia y el Congreso de la Unión declaró presidente interino de la República al general Victoriano Huerta, que a su vez protestó juramento a cargo.

Después de la llamada “Decena Trágica”, el 20 de febrero de 1913, desfilan frente al Palacio Nacional los miembros del gabinete del usurpador Huerta, encabezados por Félix Díaz: Manuel Mondragón, De la Barra, Toribio Obregón, Robles Gil, García Granados, Rodolfo Reyes, Vera Estañol y De la Fuente. Huerta no cumpliría el Pacto de la Embajada, disolvería el Congreso y manipularía las elecciones de octubre de 1913 para conservar el poder, y mandar a Félix Díaz a una comisión en Japón; todo esto lo enfrentaría después a Estados Unidos.

Venustiano Carranza, gobernador de Coahuila, informó telegráficamente al Senado de la República que desconoce como encargado del Poder Ejecutivo, al general Victoriano Huerta. Además, envía una circular a otros gobernadores dando a conocer su actitud con respecto a la situación política en el país y convocándolos a alistarse para defender la legalidad.

Asesinan a Francisco I. Madero y José Pino Suárez

El 22 de febrero de 1913, Aureliano Blanquet dio órdenes para que Francisco Cárdenas y Rafael Pimienta trasladaran, ya entrada la noche, a Francisco I. Madero y a José Pino Suárez a la Penitenciaría de Lecumberri. Durante el trayecto fueron obligados a bajar de los vehículos en que eran conducidos, y fueron asesinados detrás de la Penitenciaría, por sus propios custodios.

“Fueron atacados por un grupo armado que intentó asaltar los automóviles y habiendo bajado la escolta para defenderse, al mismo tiempo que pretendían huir los prisioneros tuvo lugar un tiroteo, del que resultaron heridos dos de los agresores y muerto uno, destrozados los autos y muertos los prisioneros”.

Así decía el reporte que Victoriano Huerta había entregado, a las dos de la mañana, a varios medios de la prensa sobre los hechos ocurridos.

Ese mismo día Victoriano Huerta, presentaba ante los Senadores y Diputados su programa de gobierno, y su autoridad es reconocida por los poderes Legislativo, Judicial y la mayoría de los estados.

El 27 de febrero de 1913, Emiliano Zapata se dirige al general Genovevo de la O para ponerlo en alerta y no entrar en tratos de paz con el gobierno “ilegal” de Victoriano Huerta. Le pide que ataque al enemigo cuantas veces se presente “y no pierda oportunidad de batirlo, porque es la única manera de acabar con ellos”.

 

Fuentes: Grupo Editorial Centenarios – Kiosco de la Historia

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