Nicolás Bravo Rueda nace el 10 de septiembre de 1786 en la hacienda de Chichihualco, propiedad familiar cercana a Chilpancingo, en Guerrero. Insurgente destacado por su espíritu solidario y humanista, también destaca como político, se desempeñó como presidente de México en tres ocasiones. Murió el 22 de abril de 1854, en el mismo lugar familiar donde nació.
De familia terrateniente criolla, hijo de Leonardo Bravo y Gertrudis Rueda, Nicolás Bravo creció en un medio donde era común la crítica a la Corona Española y sus excesivas medidas administrativas hacia los novohispanos del siglo XIX, así como los planteamientos acerca de la necesidad de liberarse de esas cargas. Tanto era así que antes de su involucramiento en la causa independentista, su padre se negó en 1810 a formar una compañía de auxiliares realistas con sus hijos y hermanos, viéndose obligados a escapar de las autoridades virreinales y refugiarse en las cuevas de Michapa.
En 1811, tropas virreinales intentaron aprehenderlos, pero la guerrilla insurgente de Hermenegildo Galeana los defendió.
Así fue que Nicolás Bravo, se adhirió a la causa de la Independencia; participando bajo el mando de Hermenegildo Galeana. Asistió a importantes acciones de José María Morelos y Pavón y participó destacadamente en el sitio de Cuautla.
En agosto de 1812, dio ejemplo de su generosidad al perdonar la vida y otorgar la libertad a trescientos soldados realistas, quienes habían sido derrotados por sus tropas en San Agustín del Palmar, cerca del puerto de Veracruz. La acción se realizó cuando el virrey Francisco Xavier Venegas y Saavedra hizo prisionero a Leonardo Bravo, e intento “negociar” con Nicolás una rendición a cambio del indulto a su padre. Éste había sido capturado en la hacienda de San Gabriel, y trasladado a la capital para ser ejecutado. Ante la digna lección de Nicolás, la cobardía de Venegas se impuso ejerciendo sobre Leonardo Bravo una muerte ejemplar: fue asesinado mediante garrote vil en la Calzada del Ejido (hoy, Avenida Juárez).
A la caída de Morelos, en 1815, Nicolás Bravo se mantuvo como defensor de la Junta de Jaujilla, hasta 1817. Ese año fue hecho prisionero por los realistas, permaneciendo como preso político hasta el 13 de octubre de 1820, cuando pudo salir libre bajo fianza a consecuencia de la amnistía decretada por Fernando VII, presionado a su vez por las leyes liberales de la Constitución de Cádiz.
Se adhirió al Plan de Iguala, formulado por Iturbide tras su decisión de incorporarse a las tropas rebeldes, lo apoyó con una fuerza militar y alcanzó el rango de coronel de la República, en el ejército de las Tres Garantías (religión, independencia y unión). Nombrado consejero de Estado y miembro de la segunda Regencia, estuvo presente en septiembre de 1821 en los encuentros de Iturbide con el virrey O’Donojú y la firma del Tratado de Córdoba. El 27 de septiembre entró, al frente de las tropas del ejército Trigarante, en la ciudad de México.
Su vida luego de la Independencia
En las elecciones de 1828, el Congreso designó Presidente a Manuel Gómez Pedraza, por ello Vicente Guerrero se consideró despojado y se levantó en armas siendo Nicolás Bravo la persona que le combatió. Bravo fue derrotado y hecho prisionero por Guerrero, posteriormente fue sometido a juicio y condenado a destierro, por lo cual se fue a Guayaquil, Ecuador.
En octubre de 1842 y hasta marzo de 1843 sustituyó a Santa Anna en la Presidencia. Declaró disuelto el Congreso de mayoría liberal y federalista e integró una junta de Notables encargada de elaborar las llamadas Bases Orgánicas.
Después de regresarle la Presidencia a Santa Anna, en 1846 participó en el Plan de San Luis. Fue designado Gobernador del Estado de México. Participó en acciones de guerra contra la invasión estadounidense en abril de 1847 y sufrió varias derrotas hasta caer prisionero en Chapultepec.
Puesto en libertad se retiró a Chilpancingo, Guerrero, ciudad que lleva el denominativo “De los Bravo” en honor a él y sus familiares. Por sus acciones fue declarado “Benemérito de la Patria”.
Fuente: SEDENA, Gobierno de México, CNDH, Real Academia de la Historia.